METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRES
“Es
de la más urgente necesidad el elaborar por fin una filosofía moral
pura, que esté enteramente limpia de todo cuanto puede ser empírico”
Si
existe un escrito sobre la moral y sus principios donde encontramos una
clara vista hacia el pasado esa es en la metafísica de las costumbres,
donde Kant nos genera el debate acerca de la ética, la moral y por qué no sobre los principios propios de las personas. El libro también nos divide la lógica, la ética y la física; todo basándose en el concepto antiguo de los filósofos griegos sobre estas decisiones llevándolas a términos propios.
Para Kant quien se pregunta sobre lo que es deseable que haga cualquier persona,
en la situación que sea, o en la situación en las que se puede
encontrar y de esa forma dejar entrever que ética que conducirá sobre el
fin de sus acciones.
Genera un gran debate, del actuar
de la gente, si lo hacen por el deber ser, porque sienten que es su
deber algo muy controversial hoy en día e incluso en su época
revolucionaria donde tantas veces se ha llegado a concluir hasta qué
punto la moral llego a decaer o renacer dependiendo el punto filosófico
que puede llegar a tomarse sobre estos actos. Entonces podemos llegar a
pensar que cuando las personas actúan de esta forma lo hacen bajo los
principios propios de hacer lo que es correcto o solo porque la
situación lo llevo a influir en esa acción.
Entonces
llegamos al punto donde tal como nos habla de en su libro sobre la
metafísica, podríamos llegar a concluir o decir en palabras simples que
es posible pensar que nada que pueda considerarse como bueno tiene restricciones, a no ser una buena voluntad.
Tanto los talentos del espíritu como son el juicio, el entendimiento
hacia los demás y nosotros mismos, como las cualidades del temperamento
(el valor, la decisión) pueden ser buenos y deseables, pero también
malos y dañinos, dependiendo de los usos que haga de ellos la voluntad,
el poder decidir tomar una acción. Ya que si no existe una buena
voluntad (como principio de toda acción que es el origen de todo lo
bueno e incluso de lo malo) que se acomode a un fin universal, nunca se
conseguirá la satisfacción. Así, la buena voluntad se convierte en la
condición indispensable para hacernos dignos de ser felices.
Es
solo, y solo el deseo de generar algo que puede realmente ocasionar esa
felicidad, donde una persona debe tener en cuenta que todas sus
acciones siempre tendrán repercusiones, pero estas y solo estas podrán
definir si fueron tomadas con los mejores deseos.
Es por esto que tanto énfasis se hace en la voluntad, ese deseo de realizar, de generar
algo, es aquello que induce a la persona a generar el daño a otra,
porque si no hay voluntad de general el mal, este acto que siempre será
un pensamiento negativo en la mente del individuo jamás se realizara.
Además
Kant quien considera que el conocimiento racional es material o formal.
La filosofía material es aquella que tiene como referencia determinados
objetos y estos están sometidos a determinadas leyes, que a su vez se
dividen en dos, leyes de la naturaleza (teoría de la naturaleza) o leyes
de la libertad (teoría de las costumbres). La
filosofía formal (llamada lógica) se ocupa de la forma del
entendimiento, de la razón misma y de las reglas universales, sin
distinción de objetos.
Llama
a la filosofía empírica a aquella que se fundamenta en la experiencia
(que en mi opinión personal tiene un gran valor, a pesar de las palabras
de Kant quien en el libro parece ponerla a un lado aludiendo que las
acciones generadas por esta no son del mismo valor que las tomadas por
la fuerza de la voluntad originada de la lógica humana). Pero considera
que aquella filosofía que presenta sus teorías a través de principios a
priori, se llama filosofía pura, esta cuando es meramente formal se
llama lógica, pero cuando se limita a determinados objetos del
entendimiento se llama metafísica. A su vez la metafísica puede ser
metafísica de la naturaleza o metafísica de las costumbres.
Expone
que debe haber una idea común del deber y de las leyes morales (a la
que llama la filosofía moral) que tiene que conllevar consigo una
necesidad absoluta y ser válida para todos los seres racionales. Así,
las leyes morales (universalmente válidas según Kant lo cual es
discutible pues no todas las creencias humanas se basan en los mismos
principios, y puntos de vista sobre lo que es correcto) no se encuentran
en la naturaleza del hombre ni en las circunstancias, sino solo en el
concepto de la razón. Por lo que las leyes morales deben buscarse en una
filosofía pura.
No
olvidemos que para Kant quien piensa y considera que la filosofía pura
es solo aquella donde la persona actúa con respeto a su mente, su
lógica, o llamaríamos la razón el eje de toda acción. Por eso es
fundamentar explicar cómo él lo hace que esta filosofía no es más que el conocimiento
al que llama priori que es absolutamente independiente de toda
experiencia, no el que es independiente de ésta o aquella experiencia. A
él se opone el conocimiento empírico, el que sólo es posible a
posteriori, es decir, mediante la experiencia. Entre los conocimientos a
priori reciben el nombre de puros aquellos a los que no se ha añadido
nada empírico. Por ejemplo, la proposición
“Todo cambio tiene su causa” es a priori, pero no pura, ya que el
cambio es un concepto que sólo puede extraerse de la experiencia.
Siento
la gran controversia basado en esta parte de su propio libro, si
tomamos en cuenta que el conocimiento del que nos habla Kant es una
lógica, o razón que cada persona cuenta como propia de la cual solo
necesita la voluntad para realizar las acciones correctas, pero este
pensamiento propio de él no sería el hecho que en palabras más y
palabras menos que lo que induce este conocimiento no es la razón si no
la moral individual que luego sería una ética en conjunto.
Llegar
a decir que el empirismo o mejor dicho el conocimiento de la
experiencia pueden ser apartados a un lado, solo por el hecho que Kant
presume que todo ser humano nace ya con una razón detallada, para él la
moral no es otra cosa que la misma lógica. Y desecha todos los sentidos
humanos de una forma abstracta y arrogante.
Aunque
no se puede negar y mucho menos despreciar que la metafísica de las
costumbres es algo esencial, sobre todo porque nos llegar a planear algo
tan fuerte como la voluntad, como el deber ser de los actos humanos y
ser una base fundamental del derecho mismo. Pensar tal como propone en
su libro que las leyes en general son universales por la misma razón que
tienen los individuos es demasiado conflictivo para muchas personas, no
hablamos de leyes universales escritas si no internas que se podría
resumir en una ética universal para todas las personas, basados en que
todos buscaremos ese bien común.
Como el mismo nos llega a decir “Si cuando voy a hablar a alguien digo la verdad, puedo decir que deseo que todos los seres humanos en las mismas condiciones
digan la verdad. Si miento, en cambio, no puedo convertir ese principio
en ley universal. Porque yo no quiero que me mientan a mí. Yo deseo
mentir para obtener una ventaja, pero no quiero que los demás me mientan
porque si no el diálogo sería imposible. La mentira no puede ser base
de moralidad porque es imposible que sea convertida en ley universal. Si
todos mintieran, nadie creería ninguna afirmación y entonces la mentira
sería ineficaz. Como contrapartida, la verdad sí puede serlo. El principio verdaderamente moral es aquel que puede convertirse en una ley universal para todos los demás.” Immanuel Kant
Acaso
no significa que es la misma moral y no la razón la que induce a este
conflicto. Sobre si mentimos está bien o mal, la razón de la persona
podría influir basada en la fuerza de la voluntad no en la manera
deseosa.
Aunque
es cierto que el mismo escrito nos llega a decir y es algo que comparto
profundamente. Que si todas las personas buscan el mismo fin, que es
actuar siempre de acuerdo a principios que queramos sean de
aplicación universal, tratar a la humanidad siempre como un fin en sí
mismo y nunca como un instrumento o medio y actuar siempre por elección
libre y autónoma, de acuerdo a nuestra razón, nunca por coacción.
En
pocas palabras que el ser humano actué de acuerdo con su filosofía pura
y no por el miedo a tener represarías no por realizar estas leyes u
principios que Kant cataloga como universales.
Kant
hace un esfuerzo que no se puede considerar menor, si no grande y con
hechos, con una argumentación muy bien hecha, sobre todo entendible en
que el ser humano cuanto más racional más libre llega a ser. Menos sujeto a cadenas valorativas pero dejando muy a opinión personal del lector si esto en verdad podría llegar a ser posible.